Siempre había desdeñado a los Rolling Stones hasta que este año de verdad me detuve a prestarles mi oído. Ahora me parecen muy buenos. Esta canción la escuché por primera vez en el primer capítulo de la primera temporada de Californication (primera escena). Empieza con esos coros que te harían temer lo peor, pero está de puta madre. Digamos que ahora, sin ser un fan devoto de los rollings, les tengo muchísimo respeto. También creo que el hecho de tocar la guitarra me ayuda a comprender mejor la música en general. La música es ante todo sentimiento e instinto, pero cuando le añades un cierto estudio o empirismo, bueno; eso ayuda. Es como que captas la melodía, el ritmo, y la estructura e intuyes la canción de forma más próxima, más nítida, de la misma manera que un director de cine puede entender mejor una película que un simple espectador, porque conoce el proceso y los patrones creativos. Por otra parte, no sólo te permite obtener esa "satisfacción" a la hora de oír tu música, sino que te facilita el tránsito a otros estilos musicales, siendo más receptivo a la diversidad. No contemplo, en este sentido, la dualidad entre la voluntad (o el sentimiento) y el conocimiento como extremos irreconciliables. Quiero decir, que una cosa no tiene necesariamente que quitar la otra. Al revés, acercarte a un objeto desde ambas perspectivas convierte la experiencia en algo mucho más vivo, y tú visión sobre el significado de ese objeto es más completa. De todas formas, para mi la música tiene que ser ante todo alma, instinto, una fuerza bruta, inspiración; y el conocimiento (los conceptos teóricos) una simple herramienta que te puede aproximar al sentimiento que estabas buscando. No existe la "mejor solución" ante un problema, sino "el mejor resultado". Piensa en ello, yo lo hice el otro día.
Eso es todo por ahora. Estoy en mi habitación y tengo Donnie Darko sonando de fondo.
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