Me encantaría encontrar una buena fe, una filosofía de vida, una guía espiritual donde se amolden mis ideas y mis sentimientos. Donde tengan sentido y utilidad. Pero demasiadas religiones están llenas de hipocresía. Yo no busco una salida fácil, el cristianismo por ejemplo. Las iglesias me revientan (no el lugar sino la significación que le dan los curas). No me valen tres palabras buenas y dos actos malos. Yo quiero ser mejor persona pero me equivoco a menudo, como todos. Los humanos, por lo general, somos débiles y tenemos miedo. Yo tengo miedo pero no soy un cobarde, porque jamás plegaría mi voluntad para hacer daño a alguien. Me equivoco en actos pero mi espíritu, siempre supe que era bueno. La única cosa por la que de verdad logro quererme, es que siempre supe ver la bondad, la verdad, lo que es puro y auténtico, en ojos de los demás. Y entonces me sale arcoiris, y eso es mío, y jamás puedo falsearlo. Y esas cosas son las que a día de hoy logran cautivarme y emocionarme. Pocas cosas lo hacen. Supongo que cuando veo algo así de bello y auténtico en alguien o algo eso debe ser mi idea de Dios o de alma. Es lo que debería ser. A veces olvido lo emotivo que soy. Ya sé que ahora hay una moda que consiste en ser emo-tivos. Pero lo mío no tiene nada que ver. También había una moda hace casi dos siglos en que la gente se tiraba desde las ventanas por amor o se suicidaban por tristeza, y esa moda viene reproduciéndose de vez en cuando, durante algunos años de algunas décadas. Bueno, no sé si yo soy romántico. Lo cierto es que siempre he querido esquivar la categorización en ese sentido. Sólo trato de ser yo, de hacer caso de mi voz interior, de mejorar, ser sincero, todo eso. No quiero subirme al carro de nada, si tengo que llegar al final del camino solo y andando lo haré, si tengo que cansarme me cansaré. Hay gente mucho más valiente que yo, gente que da su vida por buenas causas, que coopera en causas sociales, que participa activamente en la ayuda para el desarrollo, que va a África, Sudamérica, Centroamérica, Asia... Dios, si lo piensas casi todos los continentes se mueren de hambre y sed. Yo no soy tan valiente, supongo que me falta garra y un poco de músculo. Determinación. También supongo que me miro demasiado el ombligo, me centro en mi, pero no disfruto de ello. Sólo me centro en mi para sacarme defectos por lo general, para pensar cuánto debo mejorar. Pocas veces estoy totalmente satisfecho conmigo mismo o lo que hago. Suelo tener mejoes ojos hacia los demás. No les exijo tanto, los perdono. Siempre perdono, me enseñaron a perdonar. Perdonarme a mi mismo me lleva más tiempo. Una cosa que me entristece de la gente es que ama demasiado el dinero, pero de manera hipócrita y perversa, no son capaces de apiadarse de alguien que posee dinero. Si le pasa una tragedia, ellos dirán "bueno, no me da pena. Está forrado" o "es una lástima pero tiene dinero". Me refieron a esa clase de cosas, como si importara algo... Yo lloro tanto por una tragedia tanto si le ocurre a alguien pobre como si es millonario, sólo me importa que vea en esa persona un corazón o que se haya cometido una injusticia sobre él o ella. ¿Qué más da el dinero? ¿por qué mezclarlo? en el fondo, porque se le concede demasiada importancia. Hay pobres que odio y ricos que amo. Pero parece que hubiera que justificarlo. Hay comunistas obcecados y resabiados que en el fondo tienen mucho rencor y a veces odio. Deberíamos simplementa amar más, sería mucho más sencillo. Ahora dirán que tengo el día "hippy-floripondio"... pero en realidad pienso estas cosas todo el rato y durante toda mi vida, tanto cuando llevaba unas pintas como cuando llevaba otras, tanto como cuando no llevo ninguna, tanto como cuando tenga 60 o 70 años. Tanto cuando escucho esta canción y veo aquella película como todo lo contrario. Parece que cuando dices todo esto tienes que hacerlo tras algún tipo de bandera, y yo solo lo digo porque sí, porque me da la gana, porque no espero que me entiendan y si lo hacen me da igual. Todo lo que dije suena muy ideal y facilmente asumible por cualquiera. He dicho cosas bonitas, me he quejado un poco sobre algunas cosas que me han hecho reflexionar y recordar... sobre el mundo, la gente, la vida... yo no quiero que nadie me de la razón ni una palmada en la espalda. No espero nada de nada, ni siquiera me agrada. Soy un ser un tanto asocial en ocasiones, pero a la vez necesito a la gente. Amo la gente mucho, pero a la vez no soy capaz de estar a gusto entre ellos a menudo. Busco compañía pero soy solitario. Me acerco y me aparto. Me gustan las almas idénticas y las que no son idénticas pero tienen algo especial y bonito. No entiendo a la gente o me siento rechazado. Jamás me han rechazado, pero yo me siento así a veces. Porque creo que para convivir en sociedad casi nunca puedo ser yo mismo en un 100%, sólo con unas pocas personas a las que quiero mucho. Las convenciones sociales te coaccoinan de forma indirecta... como cuando escuchas un comentario que te parece ofensivo y todos ríen y tu te callas pensando que no está bien, pero no dices nada porque ¿para qué te vas a meter en problemas?. O como cuando actuas de forma extraña y te juzgan hasta herirte.
No tengo un hilo organizativo en todo esto que vengo diciendo... sólo tenía demasiado dolor en las entrañas, por algunas cosas que no tienen que ver para nada conmigo, esta vez. Y ya no quiero seguir escribiendo más, así q no me importa si todo resulta muy inconcluso y lioso. Me importa cero.
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