La lluvia limpia el polvo de esta aparatosa ciudad y huele a libretas nuevas y limones. La luz también difiere, todo se hace gris, una rima gris de transeuntes con paraguas. Comparando está mejor cuando todo va peor. No me quedaría mirando, no imaginaría, lo más banal es fascinante y las sorpresas golpean a tu puerta como niebla. Ya no hay nada más que sombras a las seis, campanas, bufandas; y te alegras.
El instituto es un sitio hostil, la adolescencia es hostil en si misma, muchos profesores son hostiles y distantes, tus compañeros los divides en hostiles e inadaptados los graffitis son hostiles, así como el cemento. En casa lasa cosas no marchan tan bien. Las chicas son hostiles contigo, tú eres hostil con las chicas. Tratas de vestir hostil para cubrir el miedo. La primera vez es hostil.
Ya no soy un jovencito ni tampoco un señorito estoy hecho. Ya no más capuchas, pero camisas remangadas, ni sombreros pero el rayo de sol en mi espalda. Y de camino a casa pienso que algo habrá que me calme y adormezca. Una nueva fantasía o ilusión, un protocolo de conducta con sus códigos ético- estéticos de sumisión. Transición inigualable, enjambre de abejas, jazz ¡qué ruido maravilloso!
PD: Otis Redding es simplemente genial.
lunes, 20 de julio de 2009
this is a cover version by john frusciante of Bad Brains´song.
you can see how different it sounds, but you´ll enjoy it if you´re open minded.
so believe me when i say "there´s no hope for the U.S.A." the world is doomed by its own integration, just another nazy test.
Supongo que no tengo nada nuevo que decir mientras no tenga nuevas experiencias o sensaciones. Las frases parecen repetirse una y otra vez, queriendo decir casi siempre lo mismo. Todo resulta absurdo y kafkiano, irreal.Incluso ciertas palabras se han acomodado en exceso en mi vocabulario, formando muletillas, "ya sabes". Lo más triste de todo es que se supone que soy un ser inteligente, que debo vencer pese a todo, pero la cerilla está mojada y no prende fuego. Todavía recuerdo cuando utilicé por vez primera mi cinturón marrón.
"Como la luz de un sueño, que no raya en el mundo pero existe, así he vivido yo iluminado esa parte de ti que no conoces, la vida que has llevado junto a mis pensamientos...
Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto cruzar la puerta sin decir que no, pedirme un cenicero, curiosear los libros, responder al deseo de mis labios con tus labios de whisky, seguir mis pasos hasta el dormitorio.
También hemos hablado en la cama, sin prisa, muchas tardes esta cama de amor que no conoces, la misma que se queda fría cuanto te marchas.
Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo, hicimos mil proyectos, paseamos por todas las ciudades que te gustan, recordamos canciones, elegimos renuncias, aprendiendo los dos a convivir entre la realidad y el pensamiento.
Espiada a la sombra de tu horario o en la noche de un bar por mi sorpresa. Así he vivido yo, como la luz del sueño que no recuerdas cuando te despiertas." (Luís García Montero)
Esta noche me disponía a no hacer nada, pero por casualidad (como ocurren todas las grandes cosas en la vida) en uno de los nuevos canales que ofrece la TDT justo comenzaba, a eso de las 11, una película española. Las primeras imágenes, durante los créditos, me parecieron interesantes, y cuando por fin vi que se llamaba "Aunque tú no lo sepas"(2000) recordé el título, y sabía que iba a ser una buena película. Enseguida me fascinó, tanto por la historia, como por las imágenes en retrospectiva de aquellos últimos y convulsos años 70, y sobre todo por la increíble interpretación de Andrés Gertrudix. Ahora mismo la he puesto a bajar junto con algunas otras películas, porque ¿sabes? no bajaba una película desde hacía meses y meses. Y mañana espero poder poner algún fotograma porque para mi desesperación no hay a penas una sola imagen decente de la película en internet (mucho menos un video). Ahora ya me puedo ir más tranquilo a cama, y seguir leyendo "Don Quixote de la Mancha", porque sé que he hecho algo que me ha emocionado más que cualquier cosa que podría haberme encontrado afuera en esta noche estrellada, tan ausente de personas. A veces el tiempo me consume, deseo que pasen tres meses de golpe, o retroceder cinco en un abrir y cerrar... A veces no sé si debo ser esperanzado. A veces no sé que me pasa, por qué pienso las cosas que pienso, por qué me impiden sonreir más de un instante. Lo más bonito que tiene la adolescencia es la sensación de que todo va a cambiar de un momento a otro, y tú te entrenas o esperas hasta que suceda. Cuentas los días, las lluvias a través de la ventana, esperando conocer a esa persona, y sueñas lugares, amigos, días, noches.
Me encantaría encontrar una buena fe, una filosofía de vida, una guía espiritual donde se amolden mis ideas y mis sentimientos. Donde tengan sentido y utilidad. Pero demasiadas religiones están llenas de hipocresía. Yo no busco una salida fácil, el cristianismo por ejemplo. Las iglesias me revientan (no el lugar sino la significación que le dan los curas). No me valen tres palabras buenas y dos actos malos. Yo quiero ser mejor persona pero me equivoco a menudo, como todos. Los humanos, por lo general, somos débiles y tenemos miedo. Yo tengo miedo pero no soy un cobarde, porque jamás plegaría mi voluntad para hacer daño a alguien. Me equivoco en actos pero mi espíritu, siempre supe que era bueno. La única cosa por la que de verdad logro quererme, es que siempre supe ver la bondad, la verdad, lo que es puro y auténtico, en ojos de los demás. Y entonces me sale arcoiris, y eso es mío, y jamás puedo falsearlo. Y esas cosas son las que a día de hoy logran cautivarme y emocionarme. Pocas cosas lo hacen. Supongo que cuando veo algo así de bello y auténtico en alguien o algo eso debe ser mi idea de Dios o de alma. Es lo que debería ser. A veces olvido lo emotivo que soy. Ya sé que ahora hay una moda que consiste en ser emo-tivos. Pero lo mío no tiene nada que ver. También había una moda hace casi dos siglos en que la gente se tiraba desde las ventanas por amor o se suicidaban por tristeza, y esa moda viene reproduciéndose de vez en cuando, durante algunos años de algunas décadas. Bueno, no sé si yo soy romántico. Lo cierto es que siempre he querido esquivar la categorización en ese sentido. Sólo trato de ser yo, de hacer caso de mi voz interior, de mejorar, ser sincero, todo eso. No quiero subirme al carro de nada, si tengo que llegar al final del camino solo y andando lo haré, si tengo que cansarme me cansaré. Hay gente mucho más valiente que yo, gente que da su vida por buenas causas, que coopera en causas sociales, que participa activamente en la ayuda para el desarrollo, que va a África, Sudamérica, Centroamérica, Asia... Dios, si lo piensas casi todos los continentes se mueren de hambre y sed. Yo no soy tan valiente, supongo que me falta garra y un poco de músculo. Determinación. También supongo que me miro demasiado el ombligo, me centro en mi, pero no disfruto de ello. Sólo me centro en mi para sacarme defectos por lo general, para pensar cuánto debo mejorar. Pocas veces estoy totalmente satisfecho conmigo mismo o lo que hago. Suelo tener mejoes ojos hacia los demás. No les exijo tanto, los perdono. Siempre perdono, me enseñaron a perdonar. Perdonarme a mi mismo me lleva más tiempo. Una cosa que me entristece de la gente es que ama demasiado el dinero, pero de manera hipócrita y perversa, no son capaces de apiadarse de alguien que posee dinero. Si le pasa una tragedia, ellos dirán "bueno, no me da pena. Está forrado" o "es una lástima pero tiene dinero". Me refieron a esa clase de cosas, como si importara algo... Yo lloro tanto por una tragedia tanto si le ocurre a alguien pobre como si es millonario, sólo me importa que vea en esa persona un corazón o que se haya cometido una injusticia sobre él o ella. ¿Qué más da el dinero? ¿por qué mezclarlo? en el fondo, porque se le concede demasiada importancia. Hay pobres que odio y ricos que amo. Pero parece que hubiera que justificarlo. Hay comunistas obcecados y resabiados que en el fondo tienen mucho rencor y a veces odio. Deberíamos simplementa amar más, sería mucho más sencillo. Ahora dirán que tengo el día "hippy-floripondio"... pero en realidad pienso estas cosas todo el rato y durante toda mi vida, tanto cuando llevaba unas pintas como cuando llevaba otras, tanto como cuando no llevo ninguna, tanto como cuando tenga 60 o 70 años. Tanto cuando escucho esta canción y veo aquella película como todo lo contrario. Parece que cuando dices todo esto tienes que hacerlo tras algún tipo de bandera, y yo solo lo digo porque sí, porque me da la gana, porque no espero que me entiendan y si lo hacen me da igual. Todo lo que dije suena muy ideal y facilmente asumible por cualquiera. He dicho cosas bonitas, me he quejado un poco sobre algunas cosas que me han hecho reflexionar y recordar... sobre el mundo, la gente, la vida... yo no quiero que nadie me de la razón ni una palmada en la espalda. No espero nada de nada, ni siquiera me agrada. Soy un ser un tanto asocial en ocasiones, pero a la vez necesito a la gente. Amo la gente mucho, pero a la vez no soy capaz de estar a gusto entre ellos a menudo. Busco compañía pero soy solitario. Me acerco y me aparto. Me gustan las almas idénticas y las que no son idénticas pero tienen algo especial y bonito. No entiendo a la gente o me siento rechazado. Jamás me han rechazado, pero yo me siento así a veces. Porque creo que para convivir en sociedad casi nunca puedo ser yo mismo en un 100%, sólo con unas pocas personas a las que quiero mucho. Las convenciones sociales te coaccoinan de forma indirecta... como cuando escuchas un comentario que te parece ofensivo y todos ríen y tu te callas pensando que no está bien, pero no dices nada porque ¿para qué te vas a meter en problemas?. O como cuando actuas de forma extraña y te juzgan hasta herirte.
No tengo un hilo organizativo en todo esto que vengo diciendo... sólo tenía demasiado dolor en las entrañas, por algunas cosas que no tienen que ver para nada conmigo, esta vez. Y ya no quiero seguir escribiendo más, así q no me importa si todo resulta muy inconcluso y lioso. Me importa cero.
Estas son un par de ideas sueltas, sin estructurar ni verificar:
Cada vez más, la música es un subproducto institucionalizado para las mayorías. Las emisoras radian los mismos diez o quince grupos y la variedad de estilos se pierde en pos de figurar en los charts, salir en la tele, vender más entradas y camisetas; todo aquello que no tiene que ver en sí con el proceso creativo. La consecuencia es que el negocio está difícil para las nuevas bandas (salvo que seas muy guay y, entonces sí, lo del myspace funcione).
La música para minorías, tal como el rock marginal y urbano (suburbano), el rock de "meKagoentó", el rock con K; el rock independiente e independentista, el rock radikal, el rock de la droga y de la perra vida, el punkrock, los ochenta... (los ochenta los recuperaremos algún día cuando soplemos en una vieja caja de vinilos rayados)ya forma del pasado.
Lo cierto es que el rock se ha higienizado tanto que ha perdido toda su negrez en este lavado de cara de los últimos años. Y hoy no está de moda que te gusten ciertos grupos.
Ahora se está extendiendo una especie de fiebre u ola soulera revival "entre los más entendidos" (ulalá), el rap domina las rimas de las calles, el indie ocupa las portadas... y parece que la única manera de que sobreviva el denostado rock castizo es a base de clichés: porro, litrona, malabares. Lo cual los convierte a ellos también en un esperpento, una caricatura "en memoria de". Qué asco. Tan lamentable como el flequillo de medio lado en unos, los jerseys con el "laurel" en los los otros o las rastas en ya sabes quienes.
Porque se trata de eso, todo se ha vuelto demasiado explícito y descarado.
Lo que pienso es que, cada vez más, no importa qué música escuches si no llevas la ropa apropiada. Porque lo que importa no es el arte, la poesía, la musicalidad, disfrutar en tu intimidad o en compañía de un momento único. Lo que importa en la música es su poder integrador (y desintegrador) a nivel social. La música construye ghettos, pero éstos cada vez más son más abarcadores (y a la par excluyentes) gracias a internet.
Así que te tienes que pasar la puta vida demostrando que conoces todas las reglas y el código ético correspondiente a tu grupo. Debes conocer un montón de grupos del género; pero no por el placer en sí de descrubrirlos y escucharlos sino para mostrar a los demás que los conoces, que estás muy puesto en el tema, porque cuando éstes en el pub escuchando "la buena música" ellos notarán todo eso. Y también debes cuidar todos tus complementos.
Y cuidado, porque si escuchas el estilo de música A, si quieres de verdad molar y trascender, mejor que nadie sepa que también, en el fondo, te gusta o escuchas de vez en cuando el estilo B, o el C, salvo que éste sea una subvariente tolerable y conectada al estilo A, en cuyo caso sólo se te mirará de reojo.
Yo no odio Barcelona, ni odio Londres, Los Ángeles, Tokio o Nueva York, pero sí que odio la parte que implica lleva esas camisetas.
Ya ninguno de nosotros vivimos exclusivamente nuetra época, y los que sí lo hacen, los más ultramodernos y über-sofisticados... ¿quién quiere ser así? yo no, desde luego. Demasiado puto agobio tratando de estar cada día al día y cada noche al máximo.
última reflexión: o perteneces a la mayoría o perteneces al guetto. Pero la esencia de los guettos se ha perdido, los guettos se han masificado con el fenómeno globalización. Ya no tiene MÉRITO estar en el guetto, ya no es suburbano. No se diferencia tanto, en definitiva, de pertener a la mayoría, porque gozas de los mismos beneficios y no hay ningún coste a pagar.