domingo, 27 de septiembre de 2009







Doctor House.



Hoy me desplomé ante un jersey a rayas,
y miré antes de cruzar
e hice los deberes,
y merendé un bocadillo de nocilla,
y los pájaros tristes vuelan cerca
pero yo los alegro con mi chándal
y j. hayber negros.
¿Aún puedes ver eso en mi?
¿Los hippies de lynyrd estarían orgullosos si vivieran?
Ya me consuelo yo,
un poco de viento fresco no vendría mal,
o salir de esta madriguera.

Se me olvida lo ágil y vital que yo era,
y cómo encestaba todas,
y cómo les ganaba corriendo
hasta que la rodilla se jodió
y yo aspiré punk y miserias.
Mis pulmones están libres de humo
tanto como puedo,
pero a veces cojeo,
y eso no es malo;
traumático, un poco,
reconfortante cuando lo superas.

No necesito más que alimentarme.
¿a dónde llega mi cuerpo?
¿a dónde el corazón?
Comer fruta mola
porque es quererse.

Los buhos también molan
porque están solos y no son gilipoyas.

viernes, 25 de septiembre de 2009

A punto de dormir.

Oh joder, mierda. Ahora no puedo hacer que ocurra. Estoy lanzado y tecleo más fuerte y más deprisa que nunca, golpeando ágilmente los caracteres, pero el vocabulario no fluye, ni las emociones. O tal vez me reprimo porque un blog es lo peor que podría pasarme para explicar lo que sucede. Pero ya estoy acostumbrado a esa sensación.

La verdad es que tengo insomnio. Hay noches en las que no consigo dormir o no quiero hacerlo. Pienso que estirar el día hasta el final es más fácil. O sea que no duermo porque me da pereza despertarme, ahora que ya tengo todas las cosas hechas y estoy pasándolo bien. Bueno, esto es así más o menos. Pero si me preguntas lo negaré.

El sueño se está creciendo y la pereza pierda la paciencia. La pereza se desploma. ¿Puede desplomarse aún más la pereza? ¿Cómo puedes matar de cansancio y aburrimiento a la apatía? ¿no sería eso acaso un suicidio por su parte? desde luego resulta curioso.

El otro día me dijeron "hola" desde una ventana, sin más. Yo caminaba (sin más). Ah, y me encanta mi colonia nueva. La compré en un arrebato de consumismo del que no me arrepiento.

Pero esto no es lo que quería contar:

lo que quería explicar es que últimamente comienzo a ser plenamente consciente de mi yo-adulto, y ya no hay viaje de vuelta a los últimos años de adolescencia (a-que-llos-tiem-pos); no, esto es definitivo, afrontémoslo. La última vez que senstí algo parecido tendría 17 o 18 años, y en aquel momento de lo que me estaba despidiendo con los ojos bien abiertos, para siempre siempre siempre, era de la infancia.

Ya no me enfrento a las situaciones nuevas como un joven que trata de imitar a los adultos, sino como un adulto inexperto. Esta es una observación interesante. La parte buena es que me toman en serio: en la farmacia, el super, los bares. Soy un crío de 23 que aparenta 26 o 27, piensa como los listos y siente como los débiles, y sólo esta debilidad jode las cosas. Pero sólo se ve lo de fuera, claro. ¿Qué coño se va a ver si yo estoy tan callado?.

Hago aguas por varias partes, pero me las arreglaré. Seguro. Lo cierto es que esto que yo pienso le pasa a todas las personas. Todos hacen aguas, todos la cagan, todos se equivocan, se tropiezan... pero yo soy realista en cuanto a mi mierda, y un idealista en cuanto al resto.

Cuando tenga un trabajo tendré dinero, y eso no cambiará las cosas, pero mis platos serán míos, mis decisiones serán más ejecutables. Y desde luego, entonces no tendré puto blog, ni necesidad de decir "puto" para remarcar que todavía soy un joven inconformista porque ya no lo seré ni querré serlo. Preferiré trabajar por estar orgulloso de mis 30 y más tarde de mis 35, y no jugar a ser un peter pan con la panza por fuera. Prefiero tener 30 y ser auténtico, mantener mis ideas, que tener 30 y fingir que son sólo 19. Ahora son veintitres años y estoy a gusto así, y cómo he madurado. Aunque intento mejorar bastante algunas cosas.

Mmm...
Decir cosas como "pseudoesto-pseudoaquello" (sic) se ha vuelto de un universitario insoportable. hay mucho universitario tontolculi, y mucho universitario al que querría conocer...

...yo soy mi principal detractor, y me pongo a parir mil veces cada día en silencio (y unas diez en voz alta), así que no, no es cinismo, no es doblez o hipocresía. Es que sueño demasiado, y sueño que yo soy mejor, y que en el mundo está lleno de gente honesta, humilde y fascinante.

Luego está la puta realidad (y dejaré de decir "puta" tan a menudo cuando gane dinero porque entonces yo seré la puta).

domingo, 20 de septiembre de 2009

rollercoaster



Algunas noches busco la noria de Santa Mónica. Dibujo las calles y avenidas, todas hacen cuadraditos, así, ¿ves?

El sueño americano se cumple en las dos orillas. Los Ángeles son las vacaciones del rico y la imaginación empaquetada, formato adolescente, del yuppie. Nueva York, pese a lo escabroso, se hace un lugar familiar. Incluso asumible para un europeo. California es Disneylandia, pero Disneylandia está en Florida. No, California es una orgía donde el talento roza la premeditación, y nada ocurre por casualidad, salvo los coletazos underground.
Modistas, guionistas, actores, pintores, productores, directores, músicos... todos crean LA CULTURA en su sentido más amplio. Y toman drogas. Por eso, supongo, la sociedad está tan viciada. El Entertainment con palomitas está más rico.
A veces es mejor la taza de café (en vez de la raya), estilo siglo XX; y los pretendidos modales, las reglas, las formalidades. Porque nunca la gente ha estado tan loca.