domingo, 19 de julio de 2009

"Aunque tú no lo sepas"



"Como la luz de un sueño,
que no raya en el mundo pero existe,
así he vivido yo
iluminado
esa parte de ti que no conoces,
la vida que has llevado junto a mis pensamientos...

Y aunque tú no lo sepas, yo te he visto
cruzar la puerta sin decir que no,
pedirme un cenicero, curiosear los libros,
responder al deseo de mis labios
con tus labios de whisky,
seguir mis pasos hasta el dormitorio.

También hemos hablado
en la cama, sin prisa, muchas tardes
esta cama de amor que no conoces,
la misma que se queda
fría cuanto te marchas.

Aunque tú no lo sepas te inventaba conmigo,
hicimos mil proyectos, paseamos
por todas las ciudades que te gustan,
recordamos canciones, elegimos renuncias,
aprendiendo los dos a convivir
entre la realidad y el pensamiento.

Espiada a la sombra de tu horario
o en la noche de un bar por mi sorpresa.
Así he vivido yo,
como la luz del sueño
que no recuerdas cuando te despiertas." (Luís García Montero)

Esta noche me disponía a no hacer nada, pero por casualidad (como ocurren todas las grandes cosas en la vida) en uno de los nuevos canales que ofrece la TDT justo comenzaba, a eso de las 11, una película española. Las primeras imágenes, durante los créditos, me parecieron interesantes, y cuando por fin vi que se llamaba "Aunque tú no lo sepas"(2000) recordé el título, y sabía que iba a ser una buena película. Enseguida me fascinó, tanto por la historia, como por las imágenes en retrospectiva de aquellos últimos y convulsos años 70, y sobre todo por la increíble interpretación de Andrés Gertrudix.
Ahora mismo la he puesto a bajar junto con algunas otras películas, porque ¿sabes? no bajaba una película desde hacía meses y meses. Y mañana espero poder poner algún fotograma porque para mi desesperación no hay a penas una sola imagen decente de la película en internet (mucho menos un video).
Ahora ya me puedo ir más tranquilo a cama, y seguir leyendo "Don Quixote de la Mancha", porque sé que he hecho algo que me ha emocionado más que cualquier cosa que podría haberme encontrado afuera en esta noche estrellada, tan ausente de personas.
A veces el tiempo me consume, deseo que pasen tres meses de golpe, o retroceder cinco en un abrir y cerrar... A veces no sé si debo ser esperanzado. A veces no sé que me pasa, por qué pienso las cosas que pienso, por qué me impiden sonreir más de un instante.
Lo más bonito que tiene la adolescencia es la sensación de que todo va a cambiar de un momento a otro, y tú te entrenas o esperas hasta que suceda. Cuentas los días, las lluvias a través de la ventana, esperando conocer a esa persona, y sueñas lugares, amigos, días, noches.

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