miércoles, 24 de junio de 2009

No puedo quitarme aquel poema...


Llevo dos días encerrado en mi habitación como si fuera invierno en una gran ciudad de autobuses y ambulancias. Paseo y pienso, me tumbo en el suelo.
¿Hay aquí algún enorme centro comercial donde no ser nadie: relación empleado-cliente, cliente-carrito, cliente-cliente, cliente-productos, cliente-consigo-mismo? compraría pilas, toallas, platos, vasos, lejía y abrelatas. Empujaría el carro mirando los monitores, las pantallas encendidas.
Oigo camas, oigo vecinos, oigo de todo. Y hago que no oigo. Ya sabes, tumbado en el suelo.
He estado leyendo... bueno, hablo contigo porque te quiero, ¿vale?
Te decía que he leído sobre lo que ocurrió la noche de halloween de 1993. Sobre como se produjeron los acontecimientos. Lo he leído en inglés, pero entendía casi todo. También he leído muchas otras cosas aclaratorias. He sentido una gran pena, de verdad... de verdad. Casi lloro. O por qué no decirlo, lloré un poco. Lo sufiente para recordarlo.

Me gusta "ESE" arte, el que parece no pertener a nadie sino a todos, el que no sale del intelecto, sino de más adentro. Me fascina que exista "aquella" posibilidad, porque si no la vida sería como un corcho dentro de una botella. .

Yo habría deseado enseñarte todas mis canciones, amigo, y tener un teléfono antiguo negro en la mesilla, y un edredón de flores desde el que llamar a ella.

Reservaría en un hotel en medio de la nada y subiría comida barata (pollo frito). Y metería monedas en una de esas teles de pago por visión. Una de esas teles con antenas a las que hay que aporrear para que sintonicen bien. Por supuesto que tú estarías en la bañera. Haría una fiesta con todos, y gente inventada, y gente disfrazada de otra gente; ¿entiendes?

Soy tan listo que soy consciente de lo tonto que soy en realidad. ¿tomo ventaja por ello?
Soy tan paranoico que me paso la vida corriendo detrás de mi -y me señalo con el dedo- y de vosotros (y pienso en vuestras caras).

La música está por encima de la pintura porque tiene un mayor poder evocativo.

Ya hace frío, y mi habitación es todo un desastre. Jamás había vivido entre tanto desorden. Y tal vez eso sea un reflejo de lo que llevo adentro a veces... por las mañanas, por las noches, las horas muertas de la tarde. Dios, cómo deseo un vaso de agua. Llevo un año casi sin beber agua. Antes terminaba varias botellas en un día.
Eso va a cambiar.

¿Y el cine? las palomitas rancias de los Valle-Inclán. Son mis preferidas por lo baratas que son. Salir a la 1 de la mañana y lloviendo. Correr correr hasta el portal. Y Sonreir en tu pelo... de todas las cosas la mejor.


Pero espera siempre a que me ate los cordones. Soy un desastre hasta en eso.




Starbucks, starbucks... galerías comerciales. ¿Dónde estoy? esto ha dejado de tener gracia.

Rebobina: y sonreir en tu pelo.

pd: en mi habitación hay arañas. Hoy he vistro tres, y ayer maté dos. Yo diría que una recorrió todo mi cuello, pero no quise que muriera, la arrojé al suelo.

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